Para lacar un mueble viejo lo primero que hay que tener son ganas.
Si no tienes un taller dentro de casa, prepárate a comprar lijas, lacas, esmaltes, rodillo, cubetas… y cinta de carrocero. Y echar un vistazo en internet para ver cómo un manitas, aparentemente sin esfuerzo, convierte un mueble destrozado en una pieza digna del mejor anticuario
No, no estoy desanimando a nadie, pero hay veces que es mejor dejar trabajar a los profesionales, o correr el riesgo de acabar con un mueble viejo y además estropeado.
Las mejores lacas son de poliuretano, pero también son las más difíciles de aplicar. Para los profanos en la materia los esmaltes al agua son más sencillos, pero su resultado no es tan vistoso. Lo importante es limpiar el mueble antes de aplicar cualquier capa, la mejor manera es pasar una lija y luego retirar el polvo, aplicar laca y volver a lijar y retirar de nuevo el polvo antes de volver a dar otra mano de laca. Para el acabado final se puede dar una última mano de cera y obtener de esta manera un óptimo resultado.